sábado, 5 de septiembre de 2009

Imaginamos una escuela de artes con mirada latinoamericana, imaginamos comunidades donde la necesidad de aprender y formarse son el pilar del que parte la investigación, imaginamos una institución autónoma pero no marginal; independiente pero capaz de crear lazos.

Entendemos que el actual sistema de formación no ha sido capaz de dar una respuesta real y factible a las necesidades particulares de los creadores locales, creemos que la identidad artística se ve debilitada en pos de la homogeneidad estilística, creemos en el conocimiento libre y en la voluntad de aprender sin límites.

Queremos detenernos a escuchar, a buscar en nuestras particularidades un modelo que nos permita construir un viaje propio, una base sólida que sea obra y obrante de nuevas miradas, de nuevas visiones.


Entonces nos preguntamos:

¿Cómo me ubico en mi contexto?
¿Quiénes son mis referentes?
¿Desde donde nace mi arte?
¿Por qué?
¿Para quién?
¿Cómo me distancio y propongo?
¿Cómo soy crítico y reflexivo; autocrítico y pro activo?
¿Cómo me convierto en un ente activo?
¿Cómo se forma un grupo de autoaprendizaje?
¿Necesitamos un guía, mediador, o monitor para un proceso de aprendizaje?
¿Cómo, con quién, por qué y para qué podríamos aliarnos en cada país y así fortalecer nuestro proyecto?
¿Podríamos desarrollar métodos de aprendizajes por área?
¿Cómo podrían ser?
¿Cómo los generamos?
¿Cómo los gestionamos?
¿Cómo los distribuimos?
¿Como parte alguien que no sabe nada?
Y si ya sé ¿Cómo continúo aprendiendo?
¿Si no tengo profesor o guía como sé si estoy bien o estoy mal?
¿Cada disciplina tendrá sus propios desafíos?
¿Cómo, sin negar ni perder mis referentes, veo, analizo e incorporo nuevas corrientes, nuevos movimientos, nuevos creadores?
¿Cómo observo a Latinoamérica sin ser esencialista?
¿Cuáles son las áreas por las cuales partiremos?
¿Hay que definirlas?
¿Qué hace un grupo de autoaprendizaje cuando se constituye, que hace cuando se finaliza su proceso?
¿Qué hacemos con la gente interesada en saber más de esto?
¿Tenemos algo de hermandad con las escuelas o procesos de tipo "social" que ya están en marcha?
¿Cómo ser alternativo pero no indigente?
¿Cómo nos ubicamos en esos contextos?
¿Cómo nos vamos a relacionar con proyectos de igual naturaleza?
¿Cómo puede participar la gente interesada en nuestro proyecto?
¿Cómo sumamos a los consagrados que nos pueden apoyar y abrir “portones” del conocimiento?
¿Por qué queremos hacer una escuela de arte?
¿Habrá quienes quieran ser parte de esta escuela, que no garantiza títulos, diplomas, ni grados académicos reconocidos por las instituciones tradicionales de educación?
¿En que se basa la metodología que queremos aplicar?
¿Qué entendemos por autoaprendizaje?
¿Qué entendemos por autonomía?
¿Para qué estamos haciendo todo esto?
¿Cuál es la función que nosotros debemos cumplir?
¿Para qué nos estamos formando?
¿Por qué es importante que vayamos adentro y hagamos las cosas desde adentro y no desde afuera?
¿Para qué estamos haciendo esta investigación?
¿Para ser mejores artistas solamente?
¿Para ser distintos?
¿Por dónde pasa nuestra visión del arte y la representación?






… El arte tiene una función transformadora,
una función en la vida del ser humano,
en la comunidad,
de la que hoy hay mucha necesidad.
Si las cosas no las pasamos por nosotros mismos,
no profundizamos en nosotros mismos,
terminamos haciendo cosas que carecen de significado.
pierde significado,
pierde sentido…
…A partir de la necesidad de aprender sin límites
Me encontré contigo
Avanzamos un par de días y ya somos tres
Ven, ven,
Sentémonos aquí a contemplar
Pasarán unos días y podremos volver…


Buscamos desarrollar una metodología de aprendizaje social, basada en la reciprocidad, en la paridad, en el concepto de aprender haciendo y, entre todos, el concepto de conocer para transformar. En síntesis una educación transformadora, humanizadora, que vea al ser humano y a las disciplinas en forma integral.

Asumimos que estamos por lo tanto fuera del esquema curricular vigente, fuera del esquema de las “carreras”. Aspiramos a un aprendizaje que surge por la necesidad de plasmar proyectos, creaciones e intuiciones en el mundo; para lo cual requiero perfeccionar aspectos, técnicas, estructuras.

Si no hay intensión, si no hay proyecto, si no existe el interés no hay aprendizaje posible. El aprendizaje fluye en ambientes amables y emotivamente favorables, por lo que los equipos de trabajo son referentes no solo intelectuales sino también emotivos y sociales.

El aprendizaje es aquel proceso por el que voy descubriendo, habilitando, facilitando, encontrándome con las herramientas que me permiten desarrollar mis intenciones en el mundo. Es algo que tiene que ver con la persona, con la intención de la persona, con el sentido de la persona. Por lo tanto el aprendizaje es toda herramienta, procedimiento, concepto, etc. que va permitiendo ubicarte para poner en marcha, desarrollar y encontrar tu intencionalidad en el mundo.

La enseñanza es ese proceso en el que yo, un ser, algo, se transforma en mediador entre la persona que quiere aprender y un conocimiento, una experiencia, un ámbito del saber que te habilita, que te permite acceder al pensar.

Proponemos un orientador que sea un elemento de inspiración, su función es orientar, en ese sentido es uno más. Vemos al colectivo de forma circular, donde realmente nos ubicamos energética y emocionalmente como uno más, con roles diferentes, pero a nivel en paridad respecto a la sensibilidad y a la inquietud por el arte. El orientador es un facilitador, un elemento de inspiración.

Si definimos el aprendizaje como un proceso que habilita de acuerdo a la intención e interés, si no hay interés, no hay proceso de aprendizaje, no hay posibilidad de enseñar, no hay posibilidad de aprender.

Buscamos complotar, como el complot que podría tener un equipo de personas en un laboratorio. Cuando estamos todos frente al objeto teatral o al objeto de estudio que se dé en un momento determinado, estamos todos ahí investigando, aprendiendo, interesados, sacando los elementos, todos somos parte de ese proceso de complot y de investigación.

Es una metodología vivencial, se busca que sea a partir de la propia experiencia. Es constructivista pues se va construyendo el conocimiento. No se parte de la base que existe un conocimiento dado al cual tenemos que acceder. Creemos que el conocimiento lo construimos entre todos. Cada uno aporta para construir, el conocimiento no es individual. El que no entiende aporta con la pregunta, el que tiene divergencia, el que nos permite cuestionarnos, el que duda, el que no cree, el escéptico nos hace dudar también, cuestionar, reflexionar, avanzar.

Es vital que el actor reconozca que en un período el teatro tuvo claramente una función social y religiosa incorporada a la sociedad; es necesario que nos detengamos, contemplemos y nos preguntemos cual es nuestra función hoy día, cuál es nuestro sentido.